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DS4: nunca desentonarás en las calles más elegantes de París

El salto cualitativo experimentado por el nuevo DS4 le acerca mucho a los compactos alemanes, aunque siempre con detalles de acabado y confort 'muy ses'.

El DS4 busca gustar a quienes quieren un compacto , y a los que...
El DS4 busca gustar a quienes quieren un compacto , y a los que desean un SUV de aspecto coupé.

En DS aseguran que el DS4 pretende convencer tanto al cliente que busca un compacto como al que siente predilección por los SUV de estilo coupé. Y aunque no utilicen esta palabra y ni siquiera se la hayamos oído pronunciar a Thomas Duhamel, su diseñador, quizá el término crossover sea el que mejor encaje con el cuarto modelo en la gama del fabricante francés.

Vamos a comenzar reconociendo que la impresión primera que te produce al tener el DS4 delante es muy positiva. Tanto por rasgos, como por proporciones. Esto último hubiese sido imposible sin una línea de cintura elevada, un techo con cierto estilo de coupé, un capó alargado y unas llantas de hasta 20" de diseño aerodinámico y de apariencia bastante deportiva.

En cuanto a los rasgos, hay un buen numero de elementos en sus 4,4 metros de longitud, 1,83 de anchura y 1,47 de altura en los que detener nuestra vista. Por delante llaman la atención las luces diurnas con forma de Z (o de S, si miramos la del otro lado) y las ópticas DS Matrix Led Vision, que giran su módulo central para adaptarse según el tráfico, el ángulo del volante, la velocidad y las condiciones meteorológicas que nos encontremos. No hemos podido probarlos por la noche, pero el hecho de que tengan un alcance de hasta 300 metros (sin deslumbrar a los otros conductores gracias a su sistema 'inteligente') promete.

Visto de lado llama la atención el músculo de sus pasos de rueda y los tiradores de puertas cromados y enrasados. Y en la trasera, lo más llamativo es el pilar C: "no queríamos hacer un pilar de aspecto vertical, sino uno que pareciera más horizontal y cuyo aspecto diera mucha personalidad al coche. Hacer esta pieza de la aleta posterior ha sido un reto desde el punto de ingeniería", reconoce Thomas. Así que no nos extraña que no señale esta misma pieza cuando le preguntamos por la parte del coche de la que se siente más orgulloso.

Competir contra los compactos alemanes no es fácil, pero el DS4 muestra en su interior argumentos de peso para entrar en esta batalla. En la marca sa lo llaman savoir faire (saber hacer) y tiene mucho que ver con el acabado. Hay gomas de calidad innegable en las puertas (también en las traseras, aspecto que descuidan otros fabricantes) y el salpicadero, además de remates cosidos que requieren la intervención de un artesano en puertas y volante.

Las butacas delanteras, que pueden estar tapizadas en Alcantara o piel y llevar incluso ventilación y masaje (además de regulación eléctrica) son cómodas; muy cómodas, para ser justo, y se ha puesto mucho cuidado en la ergonomía, como nos recuerda Sylvaine Gaudichon, diseñador del interior: "queríamos que los controles estuvieran agrupados en tres bloques. Uno es el módulo que forman los mandos elevalunas y las salidas de ventilación situadas en las puertas; otro, la franja central, con el cuadro de relojes digital y la pantalla de infoentretenimiento de 10"; y un tercer bloque está abajo, tras el selector del cambio, y es el DS Smart Touch".

Como nos reconoció el propio Sylvaine, la idea original era que este DS Smart Touch permitiera manejar funciones de los asientos, pero al final se convirtió en un 'simple' touch pad. Touch pad, por cierto, que reconoce la escritura a mano, nos permite acceder en la pantalla superior y de forma directa a las funciones que deseamos (moviendo un solo dedo) y que describe un llamativo destello luminoso cuando pasamos por ella el dedo.

Esta curiosidad es una de las novedades que incorpora el sistema de información y entretenimiento DS Iris System, una interfaz de nuevo diseño que por supuesto cuenta con control por voz. Por lo demás, la pantalla del cuadro de relojes es a nuestro juicio pequeña y con muy escasas posibilidades de configuración; es lo menos del coche. Pero compensa este hándicap con el DS Extended Head-Up Display, que no ofrece realidad aumentada pero sí es enorme (el aspecto visual es de 21"), proyecta bien los dibujos de zonas confusas, como rotondas, y permite visualizar la emisora que escuchamos o las llamadas telefónicas que nos entrar.

Por entrar en cuestiones también prácticas diremos que el espacio de almacenamiento es bueno y que la sensación de amplitud es más que suficiente tanto por anchura como por altura hasta el techo. Y esta misma percepción también se tiene detrás, donde un acompañante de 1,90 metros de estatura no rozaría ni el asiento con sus rodillas ni el techo con el pelo. Otra cosa es que le tocara ocupar la plaza central a este mismo pasajero, que acabaría quejándose de que el apoyabrazos, una vez plegado, no es un cómodo respaldo.

Respecto al maletero, 430 litros es un capacidad superior a la que ofrecen competidores como los BMW Serie 1 (380 litros), Audi A3 (380) o Lexus CT 200h (275). Quizá no sea aun así el espacio que sueña una familia que va a salir de vacaciones, pero sus formas cuadradas ayudan y su sistema de manos libres (pasando el pie por debajo) se agradece.

Aunque DS ya ha anunciado que a partir de 2024 todos los nuevos modelos que lance (no los que haya sacado antes y siga vendiendo) serán 100% eléctricos, su gama en el momento de su estreno contará con un diésel BlueHDI de 130 CV, un PureTech de 180 CV, otro PureTech de 225 CV y el híbrido E-Tense también de 225 CV.

El primero, que ya cuenta con cambio automático de 8 velocidades, presume de un consumo medio de 4,8 l/100 km con unas prestaciones que ya alcanzan los 10,9 s para pasar de 0 a 100 y los 203 km/h. Entre los gasolina, los consumos se quedan en 5,9 l/100 km para el más sencillo, que alcanza 210 km/h, y en 6,5 l/100 km para el más potente, que despunta con 8 s en su aceleración y 230 km/h de punta.

Pese a todo, el gran protagonista será el modelo enchufable de 225 CV. Cuenta con un motor de gasolina de cuatro cilindros y 180 CV y con un propulsor eléctrico de 110 CV asociado a una batería de 12,4 kWh. Y, aunque en una prueba de aceleración pare el cronómetro en 7,7 segundos, a muchos les parecerá más interesante que permita circular hasta 55 km en modo 100% eléctrico. Eso, y por supuesto el distintivo medioambiental '0 Emisiones' que tiene derecho a lucir en su parabrisas.

Hemos probado estas dos versiones más potentes en nuestra toma de o realizada en Chantilly, cerca de París. La versión PureTech 225 ofrece un empuje digno de un coche , si bien es un modelo que, por afinación de la dirección (siempre muy suave) y puesta a punto de suspensiones (enfocadas más hacia el confort que hacia la deportividad) se disfruta mejor sin buscar sus límites.

La versión enchufable E-Tense, con la misma potencia, recupera mejor en los primeros metros gracias al par instantáneo de su motor eléctrico, pero luego el mayor peso le pasa factura y gana velocidad con mayor lentitud en la zona alta del cuentavueltas. Por lo demás, nos hubiese gustado que las levas del cambio permitieran modificar la retención del DS4 híbrido cuando funciona en modo eléctrico, pero no es así; la única forma de variar esta retención es pulsando el botón B que hay junto al selector del cambio, pero éste queda muy alejado del volante y no nos vemos pulsándolo de forma continua para activar y desactivar la retención y utilizar así menos los frenos.

A estos modelos se sumará en 2024 el esperado modelo 100% eléctrico, para el que se espera un conjunto de motor y batería de nueva creación.

El hecho de que el DS4 utilice la nueva plataforma EMP2 ha permitido que incorpore soluciones de seguridad propias de un coche con altas aspiraciones, aunque no todas estarán desde un principio: tendremos que esperar hasta 2022 para que el DS4 monte el DS Drive Assist 2.0, que permitirá un adelantamiento semiautomático en vías rápidas (bastará con poner el intermitente para ello), ajustará la velocidad a las curvas y a la señalización de tráfico y montará un volante con sensor de agarre.

Pero desde las primeras unidades su paquete tecnológico será suculento. Lo más llamativo es un sistema DS Active Scan Suspension que monitoriza por medio de una cámara el estado del asfalto, preparando cada amortiguador de forma independiente para superar cualquier posible bache con la mayor comodidad.

Pero también resultan muy interesantes soluciones como el sistema de alerta de tráfico cruzado trasero, los detectores de ángulo muerto (su alcance de hasta 75 metros es espectacular) o el DS Night Vision, que incorpora una cámara de infrarrojos en la rejilla y detecta peatones y animales en una situación de plena oscuridad a una distancia de hasta 150 metros.

Hay tres versiones del DS4, cada una con su estilo. El modelo básico recibe el nombre de DS4, aunque puede equiparse con los grados de equipamiento Bastille, Bastille +, Trocadero y Rivoli. El DS4 Performance Line está disponible en un equipamiento con este mismo nombre y otro más completo que han denominado Performance Line +, y para aquellos que busquen un estilo más desenfadado existe unas versiones Cross Trocadero y Cross Rivoli, ambas con decoraciones en negro que le aportan un mayor aspecto crossover.

Los precios arrancan en 31.100 euros para el BlueHDI de 130 CV, 28.771 euros para el PureTech de 130 CV, 36.900 euros para el Puretech de 180 CV y 38.950 euros para el E-Tense.

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