- Cupra. Terramar: SUV, familiar, deportivo y 100% Cupra
- Cupra. Tavascan: el SUV eléctrico que no se olvida de tu lado emocional
El de ayer era un día grande para Cupra, con la presentación del sexto modelo de su gama, el Terramar. Tuvo lugar en Barcelona, sede de la marca española, con el incomparable escaparate de la Copa del América, en la que está involucrada como patrocinador oficial de la competición.
El nuevo SUV del segmento D fue el protagonista directo del día... pero hubo otro indirecto que cambió el sentido festivo de la jornada. Se trata de su hermano de gama, el Tavascan, que se ve afectado por una problemática económica que podría ir más allá del mero éxito o fracaso del modelo eléctrico.
Los aranceles chinos, una amenaza para Cupra
Se trata de los aranceles que la Unión Europea va a aplicar a los modelos fabricados en China... que no sólo afectan a los productos de los fabricantes locales, sino también a los coches europeos que se ensamblan en el gigante rojo. La UE considera que estos modelos se benefician indirectamene de las ayudas gubernamenales a los fabricanes chinos ya que la ley de aquel país obliga a cualquier marca extranjera a aliarse con una nacional para poder fabricar en su territorio.
El Cupra Tavascan se fabrica en China -por decisión de la marca española, lógicamente condicionada por ventajas económicas- y, por tanto, tendría que hacer frente a un sobrecoste de nada menos que el 21%... lo que podría poner a este SUV eléctrico (como todos los coches con este tipo de propulsión, ya más caros que los térmicos) fuera de mercado.
Pero el CEO de Cupra, Wayne Griffiths, ha elevado el nivel de alerta sobre este fenómeno mucho más allá que a la competitividad de un modelo concreto: "El proyecto Tavascan y la empresa [por SEAT-Cupra] corren peligro porque estamos lanzando los Cupra y eso es importante, pero también lo es la contribución al CO2. Si el coche no llega al éxito que tiene que llegar, en el peor de los casos, tendremos que reducir la producción de los coches que producimos en España", amenazó.
Griffiths desarrolló esta idea posteriormente: "Si sus ventas [del Tavascan] caen muy por debajo de las previsiones, no podremos cumplir con los objetivos que nos impone la UE para 2025 y tendremos que reducir producción de modelos de combustión para no tener que pagar multas". Una encrucijada complicada la que dibuja esta situación porque, además, Cupra no se plantea subir el precio del SUV eléctrico pase lo que pase.
Según el ejecutivo británico, el Tavascan (que está a la venta en España desde 48.990 euros ya se está vendiendo "a pérdidas", con lo que la situación sería aún peor si no se modifica a la baja el arancel previsto para él, del 21% (inicialmente era del 38). Pero, a la vez, es un modelo clave en la estrategia de Seat y Cupra de reducción de emisiones medias de CO2 de la gama.
Aranceles "incomprensibles"
Griffiths considera que el Tavascan no es el tipo de coche para el que se concibieron los aranceles a los coches chinos, ya que se trata de un modelo diseñado y desarrollado en Europa, con tecnología europea y que no es precisamente barato (el gran argumento de los eléctricos chinos y el gran 'miedo' de la industria europea).
Además, el ejecutivo argumentó que es "incomprensible" que el Tavascan, con sus fuertes raíces europeas y españolas en concreto, tenga que hacer frente a un arancel superior al de otras empresas no europeas que también fabrican en China, en clara alusión a Tesla, para quien se ha propuesto un 9%.
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