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El crack americano será el líder del Visma ante la ausencia de Vingegaard. Kuss, que no pudo estar en el Tour por Covid, vuelve con la moral que le ha brindado su triunfo en LaVuelta.
¿Qué significó ese triunfo en Burgos tras haberse perdido el Tour?
Me da mucha confianza. Mi primer objetivo era recuperar en Burgos las buenas sensaciones. No tenía expectativas para un resultado concreto. No sabía cómo iba a sentirme. Llevaba tiempo entrenando después de estar enfermo y no sabía cómo iba a responder. Pero terminar la Vuelta a Burgos con victoria de etapa y en la general me ha dejado relajado y me da confianza de cara a esta Vuelta a España.
Antes, quien ganaba en Burgos era favorito para La Roja.
En los dos primeros días no me fue la cosa del todo bien por las caídas. Pero ganar en Las Lagunas me dio confianza. No llegué con idea de poder vencer y haberlo hecho demuestra que estoy bien. Me da ánimos para no rendirme y seguir en esta línea.
Para el equipo, mirado por un tuerto este curso, también es vital.
El equipo está bien, pero no han salido las cosas como queríamos en todos los sitios. Necesitamos volver a ganar para ver si podemos hacerlo en LaVuelta. Tenemos puestas muchas esperanzas en esta carrera. Para mí, por otro lado, también va a ser especial hacerlo con Gesink, con el que llevo muchos años compartiendo muchas cosas. LaVuelta será su última carrera para él y quiero darle mi mejor aliento. Quiero dar el máximo por él y por mí. En el equipo estamos convencidos de poder hacer un buen resultado.
Ahora que va a ejercer de líder, ¿disfruta menos que siendo gregario? Hay más presión...
Disfruto igual siendo líder que gregario. Depende de las sensaciones. Si tú estás bien, todo es más fácil. Si estás sufriendo no es lo mismo. Así es el ciclismo que me gusta.
De cero a cien, ¿qué opciones tiene de revalidar La Roja?
Hay rivales muy difíciles en esta Vuelta. Normalmente yo hago el Tour antes de LaVuelta y mes sienta bien. En España voy un poco mejor que en Francia y ahora no sé cómo voy a responder al no haber estado en el Tour. Sólo quiero hacerlo bien. A mitad de carrera, más o menos, veremos cuál es mi nivel real. No sé qué porcentaje tengo de opciones de ganar.
Será una carrera muy igualada sin los dos 'monstruos'.
Está claro que sin Pogacar y Vingegaard los demás, los humanos, tenemos una oportunidad. A mí me hubiese gustado tener a Jonas en el equipo porque me gusta ayudarle. Cuando él está en el equipo me quita mucha presión. Es un ciclista brutal. Es un buen compañero, buena persona. Ahora, sin ellos, todo está más abierto. Pero hay rivales durísimos como Landa, Yates o Almeida por ejemplo que vienen del Tour y están fuertes. Creo que yo voy a estar un poco en segunda línea.
¿Dónde se puede decidir la carrera?
Hay muchas etapas de montaña. Muchos puertos ya los he hecho como Moncalvillo, los Lagos, el Picón Blanco... Creo que la de Granada será clave y muy dura por el calor. Hay etapas con final en alto, pero sin muchos puertos previos. La de Picón diría que es de la más duras, el resto son más explosivas que duras.
Este año ya no podrá meterse en una fuga porque estará vigilado.
No voy a tener capacidad de sorpresa. Salvo que pierda mucho tiempo al inicio, ahí quizás... Pero este año está claro que no van a dejar que me escape.
Si fuera Pogacar, ¿habría venido a esta Vuelta?
No lo sé. El Mundial es un objetivo muy importante para el tipo de corredor que es. No es fácil ganar las tres grandes porque hay que tener suerte, pero era posible para él. Una buena oportunidad. Si hubiera sido yo, sí que habría hecho las tres grandes. Habría que intentarlo.
¿Qué tiene LaVuelta que no tenga el resto?
Me encuentro mejor aquí, pero porque a Giro y Tour no voy con la misma presión. No tengo ese desgaste que conlleva ser el líder en carrera y eso es importante. Aunque, para mí, hacer las tres grandes es más fácil que hacer muchas carreras de un día, de una semana y dos grandes por ejemplo. Porque en una carrera de tres semanas siempre hay 10 etapas de descanso entre comillas, etapas llanas... Siempre hay momentos que no son tan explosivos. Pero no es lo mismo ir de líder que de gregario.
Si hubiera estado en el Tour, ¿podría haber ganado Vingegaard el amarillo?
No lo sé. Es difícil de decir. Desde la tele parecía que Pogacar estaba más fuerte. Ha sido una carrera complicada porque el margen de Tadej era amplio. Tadej y Jonas iban de la mano a veces, pero Pogacar fue más fuerte. Es lo que hay.
Ahora que va a ser padre, ¿toca uno más el freno?
Soy de los corredores que siempre voy con cuidado. Dejo un hueco de seguridad para pode frenar, no soy de los que arriesga mucho. Me gustan las bajadas técnicas, pero no arriesgo con mucha velocidad. No hace falta. Si tengo que colocarme mejor es cuestión de fuerzas, no de frenos. Aunque siempre hay riesgos.
¿Qué es lo que más le gusta de esta carrera?
Le tengo mucho cariño. La afición española sabe mucho de ciclismo. En muchos lugares de España hay cultura ciclista. Los recorridos son interesantes. No hay etapas aburridas porque siempre hay algo para la fuga, para la general... Y mucha montaña. Además de que hay zonas nuevas y carreras diferentes.
¿Qué le cambió haber conquistado La Roja?
En mi vida personal, nada. Pero sí ha provocado que haya más expectación del público. Todo el mundo te espera que estás al cien por cien todo el año. Sigo siendo el mismo corredor de antes. Ahora estás un poco más destacado y es más difícil estar en la sombra o ir de tapado a algunas carreras que no son para mí.
La última, ¿dónde tiene guardado ese maillot tan especial?
¡Lo tengo todavía en una caja! Tengo un cuadro chulo con el maillot, pero le tengo que buscar un sitio. Tengo mucha faena por delante para colgar maillots. Tengo que organizar bien todavía mi casa.
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