Llega el 'tappone' alpino: San Valentino será el primer juez

209 kilómetros y 4.900 metros de desnivel. El primer tappone alpino del Giro está servido. Tras la última jornada de descanso, el pelotón se prepara para sufrir en una jornada que para muchos directores es la etapa reina de la presente edición del Giro de Italia. Una jornada de cinco estrellas entre Piazzola sul Brenta y San Valentino.

El día presenta un puerto de segunda y tres colosos de primera. Carbonare (12,7 km al 8,3%) abre fuego y tras él llegará un encadenado monstruoso de primera: Candriai (10,1 km al 7,6% con rampas máxima al 13%), o de Santa Barbara con desniveles que alcanzan el 14% en sus 12,7 kilómetros al 8,3% de pendiente media y, por último, la tortura con meta en alto, de San Valentino que presenta 18,2 kilómetros al 6,1% con rampas al 14% en su punto más extremo. Un día que mostrará las costuras a más de uno y que será el primero de cuatro días de altísima montaña que obligarán a superar 18.300 metros de desnivel y 729 kilómetros.

Roglic decide salir 

La gran incógnita de la jornada pasaba por el concurso de Primoz Roglic. Por la mañana, la Gazzetta dello Sport desvelaba que el esloveno sí iba a tomar la salida tras las malas sensaciones que mostró en Asiago. La dudas surgieron de su propio equipo. Christian Pomer, director deportivo del conjunto alemán, reconoció en la noche del domingo que la continuidad de Roglic en carrera estaba en duda: “Será el médico del equipo quien decida si puede seguir”. Finalmente parece que el líder de Red Bull - BORA estará en la salida de Piazzola sul Brenta, con sus 3:53” de retraso con respecto al líder y ante un escenario infernal.