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No fue un día para la calma la jornada inaugural del Giro’25, que echó a rodar por primera vez en su historia desde Albania. La etapa inaugural entre Durrës y Tirana estuvo marcada por el ritmo vivo, el marcaje férreo entre los favoritos, un primer susto para Juan Ayuso, uno de los grandes aspirantes al Senza Fine y, sobre todo, por la terrible caída de Mikel Landa que le deja fuera del Giro el primer día.
En la salida en el puerto de Durrës asomaron Urbano Cairo (presidente de RCS MediaGroup) , David Lappartient (presidente de la UCI) e Ivan Gotti, ganador de dos Giros.
El corredor del UAE Team Emirates protagonizó el primer sobresalto del día a falta de 91 kilómetros para el final. En una zona de tránsito urbano, el español sufrió un incidente que le obligó a cambiar de bicicleta. El de Jávea tuvo que realizar una rápida persecución para volver sin consecuencias al pelotón, donde se reagrupó con sus compañeros.
Por delante, la fuga del día, formada por cinco corredores (Alessandro Verre, Sylvain Moniquet, Taco Van der Hoorn, Alessandro Tonelli y Manuele Tarozzi), animó el desarrollo de la etapa. Al llegar al puerto de Gracen (12,9 km al 5,2 %), primer gran escollo montañoso de esta Corsa Rosa, comenzaron los movimientos entre los aventureros. Los ataques internos rompieron la armonía del grupo, y Van der Hoorn fue el primero en quedarse cortado tras evidenciar problemas físicos. La renta de los escapados llegó a estirarse hasta el 1’28’ respecto al grupo principal, aunque bajo el control constante de los equipos de los favoritos.
Con menos de 80 kilómetros por recorrer, el pelotón ya rodaba con tensión y colocación, sabiendo que el final en la capital albanesa podía resultar complicado. Tirana, ciudad polifacética y vibrante, esperaba la primera llegada masiva del Giro, aunque las cotas cercanas al desenlace aún podían dificultar un esprint limpio.
Bonita traca final
Al kilómetro Red Bull, una especie de nuevo sprint bonificado, llegaron aún con vida los cuatro valientes del día. Tarozzi fue quien sumó el botín para su causa. Detrás no parecía que hubiese prisa por cazar. A falta de 45 km, la distancia era algo inferior al minuto. Antes del doble paso por Surrel perdieron la renta. Poco a poco fueron cayendo hombres que tenían opciones de victoria: Koij, Magnier, Bennet, Groves, Van Aert... El ritmo de Lidl-Trek, impulsados en gran parte por Carlos Verona, estaba haciendo mucho daño y poniendo en bandeja el triunfo a Pedersen.
La mala suerte se cebó con Landa a falta de 5 km para el final, cuando se fue al suelo. Tuvo que irse en ambulancia. Triste adiós al Giro De ahí al final, los hombres rápidos buscaron la victoria. Pero fue Pedersen, el gran favorito y cuyo equipo más trabajó durante el día, quien se llevó la victoria.
El Giro ya está en marcha y lo ha hecho dejando claro que nadie puede relajarse. Ayuso, en su debut, ya sabe que en cualquier susto puede aparecer una trampa.
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