Hay días en los que todo se alinea para crear una obra de arte perfecta. Un escenario incomparable, un protagonista legendario, una oda al esfuerzo y a la superación, la pericia de un profesional, el don de la oportunidad y, seguramente, un poco de suerte. Todos esos elementos se unieron el 8 de marzo para que Alen Milavec, el fotógrafo personal de Tadej Pogacar, retratara la entrada en meta del esloveno en la Strade Bianche con una instantánea para la historia.
Ahora, Milavec ha contado la historia de la fotografía en una publicación de su propio Instagram. "Ayer [por el día 7 de marzo, un día antes de la carrera], estuve buscando por la plaza principal para encontrar la mejor ubicación. Encontré un bar con un balcón e hice una reserva para hoy [por el 8 de marzo, día de la carrera]. Me costó 50 euros y estuve comiendo y bebiendo todo el día. Para ser sincero, fueron algunos de los euros que mejor he invertido en mi vida", concluye.
El momento justo en el contexto justo
A la preparación de Milavec contribuyeron muchas cosas para que la fotografía haya conseguido el estatus de histórica. Lo primero, la brutal caída de Tadej Pogacar durante la carrera, de la que el esloveno se recuperó para terminar cruzando la línea de meta en primer lugar con el maillot desgarrado y lleno de magulladuras. También hacía el fotógrafo referencia a este hecho: "Así es como nacen las leyendas. Hoy no era sólo correr, era también deportividad y no rendirse nunca. Así es como un atleta inspira a las futuras generaciones y a todos los demás. Gracias a Dios que 'Pogi' está bien después de esa gran y terrible caída. Ahora vamos a por la siguiente carrera exigente".
Al margen de Pogacar, la otra gran protagonista de la fotografía es la ciudad de Siena. Este municipio de poco más de 50.000 habitantes es una de las ciudades más bonitas de Italia y su centro histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad de UNESCO en 1995. La Strade Bianche termina en plena Piazza del Campo, una de las plazas medievales mejor conservadas de Europa. En concreto, el arco que aparece en la fotografía pertenece al Palacio Comunal, un edificio construido entre 1297 y 1310 como sede de la istración municipal.
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