- Fitness. Jorge Pérez advierte sobre la última tendencia de los influencers fitness: “Podríamos intoxicarnos”
- Fitness. Los profesionales lo confirman: el tiempo que hace falta nadar al día para comenzar en serio
El verano es un momento complicado para la piel, sobre todo si no tomamos las precauciones adecuadas. El sol es bueno para la piel pero, como todo, en su justa medida y con las medidas necesarias para que esta no se vea afectada. Además, aunque en el corto plazo, pueden generar problemas molestos y dolorosos; es en el largo plazo cuando podríamos sufrir patologías graves e, incluso, que pueden poner en riesgo nuestra vida. Por ello, los dermatólogos, dejan claro lo que no debemos dejar que nuestra piel sufra; principalmente cuando decidimos tomar el sol de forma regular.
Qué no debemos permitir en nuestra piel
Aunque pueda sonar obvio, nunca es mal momento para recordar que el sol puede ser extremadamente dañino para nuestra piel. No solo para la del cuerpo, la cara y el cuero cabelludo (en ocasiones) quedan olvidados aunque se sufren daños en estas áreas también.
Una de las señales de alerta más evidentes son las quemaduras solares. La LBU Community Clinic destaca que los rayos UV pueden causar ronchas dolorosas y graves en la piel. Estas, a la larga, pueden convertirse en daños permanentes en nuestra piel, como cicatrices, y la repetición de estas pueden aumentar el riesgo de sufrir cáncer.
Según señala la Academia Española de Dermatología y Venerología, también se sufre de envejecimiento prematuro como consecuencia de la radiación excesiva de UV. Esta radiación puede conducir a la aparición de manchas, arrugas y flacidez debido al daño que provoca en el colágeno y la elastina de la piel. Además, podría incidir en el ADN de las células de la piel, lo que puede hacer que se generen mutaciones y, en última instancia y casos más graves, el desarrollo del cáncer de piel. Es importante recalcar que el cáncer de piel es bastante diverso y se puede presentar de muchas maneras, como un carcinoma de células basales, un carcinoma espinocelular o un melanoma.
Las recomendaciones de los expertos
Las pautas que dan los dermatólogos son bastante sencillas de cumplir en el día a día. La primera es evidente; evitar la exposición solar prolongada en las horas pico. Estas son las comprendidas entre las diez de la mañana y las cuatro de la tarde. En este horario la incidencia del sol es especialmente intensa.
Si vas a estar al sol durante un largo periodo de tiempo, por la realización de un deporte o por trabajo, es fundamental que te apliques crema solar con un FPS superior a 30. Esta se debe aplicar cada dos horas o después de nadar o sudar. Si no puedes acceder a crema, es recomendable que uses ropa protectora, con manga larga o pantalones largos. Son recomendables los sombreros o gorras para proteger la cabeza y cara también.
Intenta pasar ratos largos a la sombra o debajo de los árboles para evitar la incidencia solar. Y, aunque en verano es menos común, procura no recibir rayos UV artificiales, dado que son más dañinos para la piel que los naturales.
Comentarios