Los primeros vítores del abarrotado Gainbridge Fieldhouse no fueron para los Pacers, que luego también tuvieron su generosa ración de aplausos, si no para Caitling Clark, la estrella mediática de las Indiana Fever, toda una heroina en Indianapolis, que recibió una atronadora ovación cuando fue enfocada por los vídeomarcadores del pabellón.
Clark, que tiene un magnetismo especial para el gran público tanto por sus innegables dotes como jugadora como por el halo de grandeza que transmite siempre, presenció el encuentro de 'su' equipo en primera fila, como acostumbra siempre que puede. Y ahora que está lesionada no tenía excusas para perdérselo.
Lo vio junto a dos compañeras de las Fever, Aliya Boston y Natasha Howard, las tres con la camiseta amarilla de los Pacers que lucían la práctica totalidad de los 17.274 espectadores que poblaban las gradas. Y un día más la superestrella de la NCAA le trajo suerte a su equipo. En estos playoffs siempre que ha acudido a animar a los Pacers han ganado. Su balance en estas series por el título con ella en primera fila es de 8-0. La franquicia debería pagar un bonus a su talismán.
Tres meses sin perder dos partidos seguidos
Fue un partido en el que los de Indiana demostraron que saben levantarse tras un tropiezo, algo que llevan haciendo durante toda la temporada. De hecho se cumplían tres meses justos desde que perdieron dos partidos consecutivos, cuando el 9 y el 11 de marzo cayeron en Atlanta y luego en Chicago en partidos seguidos. Desde entonces no saben lo que es encarrilar dos derrotas.
Cuando pierden los de Rick Carlisle siempre se levantan para ganar el siguiente partido, un espíritu de superación encomiable que les ha llevado a estas Finales de la NBA 25 años después de su última presencia. Y si cumplen con esa tradición podrán ganar su primer anillo de campeones. Les faltan dos victorias para abrazar su sueño.
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