Los Knicks habían perdido en temporada regular los cuatro partidos en los que se habían enfrentado a los Celtics (y los 10 ante los tres mejores equipos de la NBA), pero en su primer enfrentamiento en las semifinales de la Conferencia Este los de la Gran Manzana conquistaron el TD Garden y tomaron ventaja en la serie en un partido que se decidió en la prórroga (105-108).
Fue un partido marcado por el nefasto día en el tiro exterior de los Celtics, que fallaron 45 triples, récord histórico en un choque de playoffs en la NBA, un pobre 15/60 (25%) que lastró a los orgullosos verdes y les llevó a perder una ventaja que llegó a ser de 20 puntos (72-52).
No se salvó de ese día aciago en el tiro ninguno de los primeros espadas de Boston. Jayson Tatum (23+16+6) firmó 4/15 triples, Jaylen Brown (23+7+6) se quedó en 1/10 t3, y Derrick White (19+11) no lo hizo mucho mejor (5/16). Entre los tres erraron 31 triples.
Reaparece Holiday y Porzingis cae enfermo
Ni siquiera les bastó la vuelta de Jrue Holiday (16+6+3), que se perdió los tres últimos partidos ante los Magic por una distensión en el isquiotibial derecho. Y Kristaps Porzingis (0+4) sólo pudo jugar 16 minutos y no actuó en la segunda parte por enfermedad. “Obviamente, su habilidad en ambos lados de la cancha impacta el juego”, dijo Mazzulla, técnico de los Celtics. “No es excusa. Tuvimos muchas oportunidades... Ojalá esté listo para el segundo partido”.
En esos momentos donde ellos toman impulso, no podemos simplemente lanzar triples. Sentí que nos relajamos mucho en la segunda mitad
OG Anunoby (29+4+3 con 6/11 triples), Jalen Brunson (29+4+5 y 5/9 t3), Josh Hart (14+11+3) y Karl-Anthony Towns (14+13) fueron los mejores de unos Knicks que acreditaron un gran 17/37 desde el triple (45,9%), lanzando ocho triples menos que los 45 que falló su rival.
La fe de los Knicks: "Vamos a seguir creyendo"
"En esos momentos donde ellos toman impulso, no podemos simplemente lanzar triples", dijo Jaylen Brown. "Sentí que nos relajamos mucho en la segunda mitad". Todo lo contrario que los Knicks, que no se rindieron pese a verse 20 puntos abajo. "Nos dijimos, vamos a seguir creyendo, a seguir luchando, manteniéndonos unidos y siguiendo avanzando poco a poco. No iba a haber ni un tiro de 20 puntos", dijo Brunson.
A falta de cinco segundos para el final del tiempo reglamentario (100-100) Brunson falló una entrada sencilla contra tablero y el partido se fue a la prórroga, donde apareció un héroe inesperado para los de Nueva York, un Mikal Bridges que había estado muy gris durante todo el partido (8+6+7 con 3/13 t3), para decidir el choque con un triple y un robo increíble a Brown en la última jugada para certificar el triunfo de los Knicks.
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