El 2 de febrero, Luka Doncic fue enviado a los Lakers en una operación que supuso un movimiento sísmico en la NBA. Se trataba de uno de los traspasos más impactantes en la historia de la competición. Era el desenlace más inesperado para una relación que, según un extenso artículo de ESPN, llevaba rota desde hacía tiempo: la del base esloveno y Nico Harrison, el mánager general de los Mavericks.
El jefe en los despachos de la franquicia de Dallas ha comparecido ante los medios para analizar la convulsa temporada del equipo, recientemente eliminado en el play-in a manos de los Grizzlies. Por supuesto, la marcha del ídolo rumbo a Los Ángeles acaparó la mayoría de las preguntas y hubo sorprendentes respuestas.
Cuando tienes a 20.000 personas coreando 'Despedid a Nico', lo sientes. Es increíble, pero no en sentido positivo
"Sabía que Luka era importante para los aficionados, pero está claro que no sabía hasta qué punto", aseguró Harrison que, de ser cierta su frase, demostró estar muy desconectado de la realidad. "Cuando tienes a 20.000 personas coreando 'Despedid a Nico', lo sientes. Es increíble, pero no en sentido positivo", añadió después.
Cuestionado por los propietarios
Aunque el dirigente afirmó que su relación con los propietarios de la franquicia "es ahora más fuerte que hace dos meses", cuando se hizo el traspaso, algunas fuentes le han dicho a ESPN que no es así. De hecho, la familia Adelson, que compró el equipo a Mark Cuban, ya no considerarían a Harrison una pieza fundamental. Como no podía ser de otra manera, les ha sentado fatal que no les advirtiera del aluvión de críticas que les podía caer dejando ir a Doncic.
En sus años en Dallas, el base esloveno se había convertido ya en el segundo jugador más importante en la historia de la franquicia, sólo por detrás de Dirk Nowitzki. El mito alemán, por cierto, se ha ido alejando poco a poco de la entidad. Sólo ha ido a dos partidos desde el traspaso de su amigo: el de su debut con los Lakers y el de su regreso a Dallas.
Creo que he hecho un gran trabajo aquí. Hemos tenido muchas lesiones. Ya verán, el año que viene estaremos compitiendo por el campeonato
Harrison, el hombre que apretó el botón que enviaba a Doncic a Los Ángeles, se convirtió inmediatamente enenemigo público número 1 en la ciudad. A las pocas horas, los aficionados se concentraron en las puertas del American Airlines Center para protestar por lo que consideraban el peor traspaso de la historia. Eso rezaba alguna pancarta. "Si no valoras a Anthony Davis como jugador de los mejores quintetos de la NBA y mejor equipo defensivo, entonces no te va a gustar el intercambio", argumentó durante la rueda de prensa.
Competir por el anillo
Él está convencido del acierto que fue traspasar a Doncic, del que dice que "nunca he hablado mal". Un periodista le preguntó por qué no debería ser despedido, como reclamaban con cánticos muchos aficionados de los Mavericks durante los partidos. "Creo que he hecho un gran trabajo aquí. Hemos tenido muchas lesiones. Ya verán, el año que viene estaremos compitiendo por el campeonato", respondió tras dejar alguna sonrisa nerviosa y varias bajadas de mirada.
Harrison volvió a incidir en que "la defensa gana títulos". Y en esa ecuación no entraba Doncic. "Si ponemos en la cancha a un equipo con Irving, Thompson, P.J. Washington, Davis y Lively, es un equipo con potencial para el campeonato. Habríamos ganado partidos y eso habría apaciguado parte de la indignación", explicó el encargado de reconstruir los Mavericks después de haber ejecutado uno de los traspasos más sorprendentes e incomprensibles de la historia de la NBA.
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