El baloncesto europeo está a punto de cambiar tal y como lo conocemos. Porque en las próximas horas la NBA puede pasar de las palabras a los hechos. Se reúne en Nueva York la Junta de Gobernadores, el órgano rector de la competición de básket profesional estadounidense con el comisionado Adam Silver a la cabeza. Sobre la mesa, el posible desembarco en Europa con la creación de una gran competición tutelada por NBA y FIBA. La Euroliga, mientras, está a la expectativa con el contrato que otorga las licencias por firmarse en muchos casos. Sus grandes clubes, Olympiacos, Real Madrid, Barça. Fenerbahçe, PAO, Bayern, entre otros, están estudiando la posibilidad de alinearse con la nueva competición.
“Estamos analizando detenidamente si existe la oportunidad de profesionalizar el baloncesto a otro nivel, para crear una mayor oportunidad comercial", declaró Silver en enero. Y ahí está la clave de todo: una oportunidad de negocio que la NBA ha observado que puede desarrollarse en Europa después de un estudio a lo largo de los años en los que la Euroliga no queda muy bien parada. La NBA se apoya en la FIBA, que ve también la ocasión de volver a auspiciar, junto al gigante americano, una gran competición europea de clubes, algo que no pasa desde la escisión de la Euroliga en 1999.
Estamos analizando detenidamente si existe la oportunidad de profesionalizar el baloncesto a otro nivel para crear una mayor oportunidad comercial
La NBA considera que el baloncesto no está lo suficientemente explotado en Europa, que la mayoría de los clubes que participan en el baloncesto tienen grandes pérdidas económicas y que hay enormes capitales, como París, Moscú y Londres, donde el negocio puede ser fantástico. Porque la NBA se mueve principalmente por el dinero. “Creemos que con los mercados, si se crean los incentivos adecuados, se puede conseguir una inversión adicional significativa. Y, en definitiva, esa es la manera de hacer crecer el juego a todos los niveles", comentó Silver. Puede ser una oportunidad para la vuelta al primer plano del CSKA.
500 millones de euros la franquicia
Aunque todo es especulación, se habla de la posibilidad de que haya que desembolsar 500 millones de euros para hacerse con una franquicia que garantice la participación en el nuevo torneo con 16 equipos. Obviamente, la ‘oferta’ sólo está el alcance de los grandes clubes de fútbol con sección de baloncesto, como el Madrid, el Bayern, o el Barça, colosos del básket continental, como el Olympiakos, el Panathinaikos o el Fenerbahçe, y de otras entidades avaladas por el dinero de Qatar, por ejemplo el PSG, que se está planteando la posibilidad de acceder a este torneo, o el equipo que se está formando en Dubái.
Silver puede anunciar los pasos a seguir en las próximas horas. El torneo nunca arrancaría antes de 2026 y FIBA quiere que se integren algunos clubes que forman parte de sus competiciones y que pertenecen a grandes ciudades europeas. La Euroliga, mientras, espera, aunque podría convertirse en la Suproliga del 2000 si se confirma la fuga de sus grandes estandartes. La decisión de jugar la final de la Euroliga en Abu Dabi no ayudó. En la NBA se interpretó como una huida hacia adelante en busca del dinero ‘sencillo’ y con un peaje fuerte: el desarraigo entre los fans. El baloncesto europeo dirimirá su gran título de básket en Asia. Fue un mensaje devastador. El Madrid fue uno de los clubes que se opuso a esa F4 en Abu Dabi. El Barça, que en los negocios sintoniza con su gran rival deportivo, puede seguir sus pasos si se dan las condiciones financieras para el gran salto. El desembarco de la NBA es un hecho a punto de consumarse. El plan está trazado.
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