Carlos Alocén vuelve a sonreír después de casi dos años de tortura por culpa de una lesión. Fueron 651 días sin jugar, llenos de pasos atrás en la recuperación, de interrogantes sobre su futuro... Ya han quedado atrás y eso es una gran noticia para él mismo, para su equipo, el Dreamland Gran Canaria, y para la selección española, que no anda sobrada de efectivos con su calidad.
Estoy bien y es el momento de dar ese paso adelante y demostrar el jugador que era antes de lesionarme
El base afronta este domingo un partido de los de piel de gallina. Regresa al WiZink Center para medirse al Real Madrid, el equipo que apostó por él como uno de los jóvenes con mayor proyección del panorama nacional. Eso fue en 2020. Pero su escalada se vio cortada por una rotura en el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda sufrida el 13 de febrero de 2022 en un partido ante el Unicaja. Eso marcó para mal su trayectoria en el club blanco.
Ganó ocho títulos (una Euroliga, dos Ligas Endesa, una Copa del Rey y cuatro Supercopas), pero no pudo mostrar todo su potencial. "Ahora he empezado otra etapa que creo que necesitaba, pero jugar en el Real Madrid fue un sueño. Tengo un gran recuerdo. En mi primera temporada allí fue en la que más minutos y protagonismo tuve, pero después de la lesión todo se fue apagando", recuerda. De los 38 partidos en ACB del primer curso, a los 11 del segundo, el de la lesión, y a los 18 del tercero, cuando trataba de reencontrarse.
Buenas palabras hacia el Real Madrid
Pero la exigencia del club blanco no permite que los jugadores entren poco a poco. Así que, sin apenas minutos, decidió partir el verano pasado hacia Las Palmas aunque tenía un año más contrato con el Madrid, que ya le había renovado estando lesionado y no le puso problemas para salir. “En todos los años que estuve allí el trato fue impecable. Es un club señor. Siempre me transmitieron tranquilidad, confianza, que daba igual lo que pasara porque ellos creían en mí, que me veían potencial... Siempre tendré buenas palabras hacia ellos", asegura.
Después de un verano de duro trabajo, en el Granca ha encontrado su espacio: "Considero que estoy al cien por cien. Me siento preparado física y mentalmente. Tengo confianza en los partidos y en los entrenamientos. Estoy bien y es el momento de dar ese paso adelante y demostrar el jugador que era antes de lesionarme". Al borde de los 24 años (los cumple el 30 de diciembre), es como si acabara empezar una segunda carrera y le queda mucha por delante.
Le doy importancia a los pequeños momentos. Valoras levantarte por las mañanas y saber que te sientes bien, que puedes entrenar y que puedes jugar
Bajo la batuta de Jaka Lakovic, Alocén tiene la presencia en pista y el protagonismo que necesitaba para tratar de encontrar su mejor versión. En la Liga Endesa promedia 7,0 puntos, 2,5 rebotes, 3,5 asistencias y 8,8 de valoración en 17 minutos. En la Eurocup está en 6,1 puntos, 2,1 rebotes, 2,1 asistencias y 7,4 de valoración en 16 minutos. "Mi objetivo es divertirme jugando al baloncesto porque si lo hago, como lo hacía antes, todo irá bien, sobre ruedas", considera.
La lesión y esa prolongada convalecencia le han ayudado a relativizar y ver el baloncesto de otras manera. "Ha sido como volver a empezar", afirma el base, que ahora valora todo mucho más: "Le doy importancia a los pequeños momentos. Un simple entrenamiento, que antes ibas y lo hacías normal, ahora lo haces sabiendo la suerte que tienes de que este sea tu trabajo. Valoras levantarte por las mañanas y saber que te sientes bien, que puedes entrenar y que puedes jugar".
De su buen momento se podría beneficiar también la selección española. Antes de lesionarse era un habitual en las listas de Sergio Scariolo para las Ventanas FIBA. En próximas fechas, el seleccionador dará la convocatoria para los dos decisivos partidos ante Eslovaquia. Alocén tiene papeletas para ser llamado a filas. Sería la confirmación de que vuelve a sonreír.
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