Coincidiendo con cierre de la Liga 2024/25, el Real Madrid despidió en el Santiago Bernabéu a uno de los futbolistas más influyentes del siglo XXI. Luka Modric anunció oficialmente su salida del club tras trece temporadas, poniendo punto y final a una de las etapas más exitosas de un jugador en un club de fútbol. Aclamado por sus aficionados en su último partido cada vez que el croata tocaba la pelota, el Real Madrid también ha marcado el final, al menos de momento, de su relación con el fútbol balcánico que tantos buenos jugadores les ha ofrecido en los últimos años.
Tras la llegada de Xabi Alonso al banquillo blanco la entidad madridista ha comenzado a sondear más de lo normal el mercado de fichajes con la vista puesta en reforzarse de cara al próximo Mundial de Clubes que dará comienzo en junio y sobre todo con la intención de crear la mejor plantilla posible para el inicio de la próxima temporada. Pero como primer objetivo, el Mundial, para el que según las apuestas de Betfair, la probabilidad implícita de que el Real Madrid se corone como campeón es del 22,22%, la más alta de todo el torneo.
El adiós de una leyenda
Luka Modric ha sido el último de una lista de futbolistas que se unió a las filas del Real Madrid cuyo origen está en la Península de los Balcanes. El croata llegó al Real Madrid en el verano de 2012 procedente del Tottenham y aunque su fichaje generara algunas críticas, el centrocampista se fue haciendo un hueco poco a poco en el equipo hasta consolidarse como uno de los jugadores clave en la medular.
Fue titular indiscutible en la conquista de la tan ansiada Décima en la final de Lisboa ante el Atlético de Madrid, y todos los madridistas aún recuerdan la asistencia a Sergio Ramos en el gol del empate en el minuto 93. Modric formó parte de un tridente en el centro del campo de los más reconocidos en la historia reciente del club junto a Toni Kroos y Casemiro, logrando bajo la dirección de Zinedine Zidane tres Champions consecutivas.
Su gran papel en la selección croata, con quien llegó a la final del Mundial en 2018, así como los buenos partidos que cuajaba con su club, le sirvieron para ser nombrado mejor jugador del mundo y recibir el Balón de Oro ese año. De ese modo, se convirtió en el primer futbolista en arrebatarle el galardón a Lionel Messi y Cristiano Ronaldo desde el año 2007.
Ahora, a sus 39 años, ha decidido poner punto y final a su andadura en el club blanco, donde ha pasado trece temporadas disputando más de 520 partidos oficiales y conquistando más de 28 títulos, incluidas seis Champions, cuatro Ligas y cinco Mundiales de Clubes.
Una gran relación entre los Balcanes y Chamartín
La llegada de jugadores balcánicos al Real Madrid no es cosa de un solo día ya que desde hace décadas jugadores procedentes de esa zona han formado parte del club. En 1996, el club fichó a Davor uker, delantero croata, procedente del Sevilla. En Madrid, en las tres temporadas que llevó la camiseta blanca, disputó 109 partidos en los que anotó 49 goles. Ese mismo año se sumó también Pedja Mijatovi, montenegrino nacido en lo que entonces era Yugoslavia y que procedía del Valencia. Mijatovi fue protagonista de uno de los momentos históricos del Real Madrid ya que anotó el gol de la victoria en la final de la Liga de Campeones en 1998 frente a la Juventus de Turín, rompiendo una sequía de 32 años sin poder conquistar la máxima competición continental.
Años después, el balcánico que se unió al Real Madrid fue Mateo Kovai, que llegó a la entidad en 2015 procedente del Inter de Milán. Aunque si bien el centrocampista croata formó parte de la plantilla que conquistó tres Champions consecutivas, su rol no fue el de jugador titular, sino que era utilizado a menudo como revulsivo para dar descanso a los jugadores fijos.
Un futuro con herencia croata
Ahora, con el mercado de fichajes en el horizonte y ante la necesidad de reforzarse para volver a competir la temporada que viene por todos los títulos, ha comenzado a sonar con fuerza otro nombre con raíces croatas para el Real Madrid. En este caso, es el de Angelo Stiller. Pivote de nacionalidad alemana, pero con ascendencia croata, ha destacado en la Bundesliga por su fuerza física y por su buena salida de balón. Actualmente en el Stuttgart, esta temporada ha participado en 47 partidos entre todas las competiciones en las que ha anotado cuatro goles y repartido 11 asistencias.
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