Con la temporada regular llegando a su fin en todos los rincones del planeta fútbol, el mercado de fichajes empieza a activarse y los rumores aumentan. En Italia, esos ecos de movimientos son cada vez más fuertes y todos los focos apuntan hacia Roma y hacia un entrenador que puede marcar un antes y un después en la capital italiana. A falta de una jornada para el cierre de la Serie A, la Roma se encuentra en plena lucha por conseguir una plaza en la próxima edición de la UEFA Champions League, pero ya se mueve en la planificación de la siguiente campaña. El primer paso será sustituir a Claudio Ranieri, que finalizará su segundo ciclo en el club una vez termine la temporada. Y algunas informaciones apuntan a que su sustituto podría ser el técnico alemán Jürgen Klopp.
La Roma está en el quinto puesto, con 66 puntos, y a solo uno de la Juventus, que es cuarta con 67, y en la capital los aficionados sueñan con ver a un nuevo técnico dirigiendo en la máxima competición continental. Según las apuestas de Betfair, la probabilidad implícita de que el conjunto capitalino acabe entre los cuatro primeros clasificados es del 28,57%.
Un club en busca de estabilidad
La Roma vive desde hace años una etapa llena de altibajos, más cerca de la nimiedad que del éxito deportivo. Finalizó en la sexta posición la temporada pasada con 63 puntos y este año se ha mantenido en la pelea por los puestos Champions, aunque lejos del nivel esperado. Pese a que ha cosechado algunos buenos resultados tanto en Europa como en la liga doméstica, el equipo no ha encontrado una línea de regularidad con ninguno de sus últimos técnicos.
Tras la marcha de José Mourinho en 2024, quien consiguió levantar la UEFA Europa League en la temporada 2021-22, y las cortas etapas de De Rossi e Ivan Juric, el veterano Claudio Ranieri volvió al club de su vida para hacerse cargo del equipo para ayudar a la entidad. Conocedor de lo que significa el club y respetado por la afición, su presencia ha aportado cierta calma, pero su segunda etapa en Roma parece llegar a su fin. Ahora, el club busca un entrenador con una visión a largo plazo para construir un equipo de autor que pueda competir en cualquier escenario.
Jürgen Klopp, el deseado
El alemán ha construido su reputación como un entrenador que no solo es capaz de gestionar un vestuario, sino que transforma cualquier equipo que vaga a la deriva en un club que persigue y alcanza el éxito. Tras retirarse como jugador en el Mainz 05, dio sus primeros pasos como técnico en ese mismo club, logrando ascender a la Bundesliga por primera vez en su historia. Muy pronto llamó la atención de uno de los grandes clubes de Alemania, el Borussia Dortmund, donde permaneció desde 2008 hasta 2015. En ese periodo, llevó al club a ganar dos Bundesligas consecutivas, en la temporada 2010-11 y 2011-12, además de una Copa de Alemania y tres Supercopas. Pese a que el éxito se mide en títulos, el logro más recordado por la afición fue llegar a la final de la Champions en la temporada 2012-13 ante el Bayern de Múnich. Pese a que el conjunto negro y amarillo perdió el partido por 1-2, aquel equipo fue irado en toda Europa por su espíritu competitivo.
En el año 2015, Klopp se dirigió al banquillo del Liverpool, un club que llevaba bastantes años sin títulos relevantes y cuya última Premier League databa de 1990. En Anfield, Klopp reconstruyó el proyecto desde los cimientos. Apostó por futbolistas como Mohamed Salah, Sadio Mané o Trent Alexander-Arnold y creó un equipo propio donde los jugadores creían en su idea. Bajo su mando, el Liverpool ganó la Champions League en la temporada 2018-19 tras vencer al Tottenham por 2-0, y en 2020 conquistó finalmente la Premier League, rompiendo una sequía de 30 años.
Su despedida de Anfield y un posible regreso a los banquillos
En enero de 2024, Klopp anunció que abandonaría el banquillo del Liverpool al finalizar la temporada y que pondría así punto y final, de momento, a su carrera en los banquillos. No obstante, el interés mostrado ahora por la Roma podría cambiar sus planes. De concretarse el fichaje, sería la primera experiencia de del técnico alemán en el fútbol italiano, un entorno con estructuras tácticas más conservadoras y menor velocidad de juego que en Inglaterra. Por su parte, para la Roma, traer a Klopp significaría enviar un mensaje firme tanto a los rivales italianos como al resto de clubes europeos. Sería una declaración de intenciones de que el club romano quiere volver a la élite del fútbol, dejando atrás los fantasmas de estos últimos años que han mantenido a la entidad apartada de los grandes focos.
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