Un clásico. Y eso que solo se ha disputado en 15 ocasiones. No es seguramente el duelo más repetido de Europa. Pero sí uno de los más intensos. En la actualidad, el que más Champions es capaz de recolectar en un mismo terreno de juego. En total, 22 se darán cita en el Santiago Bernabéu cuando este martes la pelota ruede entre el Real Madrid y el Milan. Quince aportan los locales (una de ellas, la del 58, se la ganaron precisamente al Milan). Siete, los visitantes, que son (además) el segundo equipo con más Champions de la historia.
La distancia ahora entre ambos, con ocho entorchados de ventaja para los blancos (es uno más de todos los que ganó el Milan) no hace más que agigantar la gesta de un Real Madrid que se ha convertido en recolector acostumbrado de esta competición. De hecho, para esta temporada, y pese a las dudas que ha despertado en el inicio de curso, los blancos siguen siendo el favorito a ganar, con una probabilidad implícita en las apuestas de Betfair del 30% a levantar el que sería su 16º entorchado. Sólo el City está por delante.
La revolución arrasa a la Quinta
Claro que no siempre fue así. Hubo un tiempo en el que el Real Madrid no terminaba de carburar en Europa y el que volaba era un Milan que incluso llegó a amenazar el reinado merengue, ese que dice que desde su creación, no hay equipo con más 'orejonas' que los del Paseo de la Castellana. Bienvenidos a la pesadilla blanca de finales de los 80.
Aquella década fue, para el Real Madrid, brillante y a la vez, dolorosa. Liderados por la Quinta del Buitre, los merengues impusieron su dictadura en LaLiga, con cinco entorchados consecutivos que convirtieron a los blancos en una máquina de ganar. Pero aquella tendencia no terminó de trasladarse a Europa. Lo más cerca que estuvieron de ganar la Séptima fue en 1988, cuando el PSV Eindhoven de Hiddink (más tarde, entrenador merengue) los cortó en Semifinales con un juego blindado. A la postre, los neerlandeses se proclamarían campeones.
Un año más tarde, el Real Madrid trató de repetir la hazaña impulsado por aquella decepción, pero el Milan cogió el testigo del PSV para apear a los blancos y algo más. Humillarlos. Despedazarlos. Así de cruel fue para el imaginario merengue lo sucedido en una eliminatoria que, en semifinales de nuevo, se convirtió en tragedia griega para un equipo superado hasta el infinito por los rossoneri, ejemplo además de un juego arriesgado y valiente.
Curioso. En el fútbol del 'Catenaccio', esto es, del cerrojazo absoluto, el Milan era un conjunto alegre capaz de movimientos llamativos. De la mano de Arrigo Sacchi, un entrenador que marcó tendencia, el Milan lució varias novedades que lo convirtieron en dominador de Italia y de Europa. La más llamativa, aquella línea adelantada que buscaba el fuera de juego con eficacia quirúrgica. La defensa jugaba casi en la línea del centro del campo y sus rivales solían caer una y otra vez en posiciones antirreglamentarias. El Real Madrid, también.
Ancelotti, el 'verdugo'
En aquella cita previa a la final, los blancos, empataron a uno en el Bernabéu y en la vuelta sucumbieron en un dolorosísimo 5-0 que todavía levanta ampollas en Concha Espina. Curioso que aquella goleada la abrió Carlo Ancelotti, ahora entrenador del Real Madrid. El elenco de goleadores todavía asusta: Rijkaard, Gullit, Van Basten y Donadoni. Aquel equipo, que también contaba en sus filas con Costacurta, Maldini, Baresi o Tassotti en sus filas era una máquina de jugar que arrasó al Real Madrid no una... sino dos veces.
Porque un año más tarde, quiso la fortuna que se encontraran de nuevo, pero en segunda ronda de una Copa de Europa que, entonces, desde el principio, era a eliminatorias puras. Con una ida y una vuelta. Sin liguillas ni redes de protección en caso de tropiezo. Y ahí, el Real Madrid de nuevo sucumbió, aunque con menos estrépito. Ganó el Milan 2-0 en la ida (Rijkaard y Van Basten) y aunque la vuelta en el Bernabéu fue para el Real Madrid (1-0, gol de Butragueño), no fue suficiente para pasar de ronda. Lo hizo el conjunto italiano que en ambas temporadas acabó coronado rey de Europa. Fueron su tercera y cuarta Champions.
El siguiente enfrentamiento entre ambos todavía tuvo que esperar 11 años y se dio en 2002. Desde entonces, el Real Madrid se ha medido en seis ocasiones, con dos triunfos blancos, dos empates y dos victorias del Milan. Igualdad que, sin embargo, no existe en lo que a recorrido en Europa en las últimas campañas. Ahora el Real Madrid es capaz de mirar ligeramente por encima del hombro a un rival que hace no tanto le provocaba pánico. El fútbol y sus ciclos.
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