[DESCRIPCION]
Las jugadoras de la seleccin recalcan que el motivo que les ha llevado a pedir la dimisin de Ignacio Quereda tras la eliminacin en el Mundial de Canad no es el resultado deportivo cosechado, del cual creen que tienen su parte de culpa, sino la situacion insostenible que vienen sufriendo durante un largo periodo de tiempo, tanto a nivel deportivo como personal —aunque en este terreno prefieren no ahondar—. MARCA ha hablado con jugadoras que han pasado en diferentes pocas por la seleccin nacional para analizar las quejas de las futbolistas.
Situacin reiterada
La crispacin de las internacionales con el seleccionador espaol ha estallado tras la eliminacin del Mundial, pero no es nueva. "Hemos tenido muchas reuniones con l a lo largo de los aos, pero siempre se nos ha hecho caso omiso. No se han hecho pblicas por miedo a no volver a la seleccin, a poder perderte lo ms importante para una futbolista. Pero no es una situacin nueva. Yo debut con la absoluta en 1997 y ya ocurra esto", seala Sandra Vilanova, la que fuera capitana de La Roja hasta 2013.
Preparacin insuficiente
"Si tuviera que repetir la planificacin, volvera a hacer lo mismo". Estas palabras de Quereda han sentado mal a las jugadoras, que no ven que el tcnico haga autocrtica de lo que ha ocurrido en el Mundial. Sin jugar un amistoso los dos ltimos meses antes del Mundial y sin preparar los duelos que esperaban en Canad. "Hemos visto un vdeo de nuestros rivales antes de jugar cada partido. Un Mundial se prepara mucho antes", dice Amanda Sampedro. Las capitanas (Vero, Ruth, Sonia) llegaron a reunirse varias veces con el tcnico para pedir entrenamientos ms intensos.
Entrenamientos arcaicos
Desde que Quereda accedi al cargo en 1988, la seleccin ha seguido una misma pauta de entrenamientos. "Despus de 20 aos jugando al ftbol, lo de control, pase y apoyo ya me lo aprend", dice Priscila Borja. Las jugadoras han podido ver en sus clubes, dentro y fuera de nuestras fronteras, que la metodologa de trabajo en el ftbol femenino ha evolucionado. En la seleccin las internacionales piensan que no es as. "Los entrenadores necesitan un reciclaje que en la seleccin nunca se ha tenido", sostiene Vilanova.
Diferencias de trato
Uno de los aspectos ms importantes en el entrenador es mantener a su grupo motivado y con ganas de competir, algo que en la seleccin ha sido difcil por la forma de trabajo del tcnico. "Los entrenamientos son diferentes para las titulares y para las suplentes. Mientras que con unas est pendiente de lo que hacen y corrige errores, de las otras pasa absolutamente. Es como si pertenecisemos a otro equipo diferente. As es difcil sentirte importante y tener confianza en ti misma", asegura Erika Vzquez. Durante uno de los entrenamientos en el stage en Pinatar Arena, cuentan, los tcnicos dejaron de lado el devenir del mismo para atender llamadas personales en sus telfonos mviles ante las sorpresa e indignacin de las jugadoras.
Control absoluto
Quereda es el responsable absoluto del ftbol femenino y no hay un solo aspecto que se escape a su control. Ya no slo en el mbito deportivo, sino tambin en el terreno personal de las jugadoras. "l es quien gestiona quin puede hablar con los medios de comunicacin y cundo hacerlo. Nos ha reunido varias veces para decirnos lo que podemos o no decir. Las directrices pasan por evitar hablar de machismo o cualquier polmica relacionada con la Federacin", asevera Marta Corredera.
Ley del silencio
Toda aquella jugadora que ha dicho o hecho cosas que no han gustado al seleccionador no ha vuelto a jugar con Espaa. Se ha justificado su ausencia con aspectos deportivos, pero siempre ha atendido a algo ms personal. "Esto ya me ha pasado en otras ocasiones. Hubo jugadoras que intentaron transmitir su parecer a otras autoridades y el resultado es que no volvieron a la seleccin. La decisin de quin es el seleccionador depender de la Federacin y si deciden que sea l, ya se ver quin est en el barco y quin no", respondi Quereda a las jugadoras cuando le expresaron su peticion de cambios.
Comportamiento paternalista
"Nos trata como nias, no como a profesionales, que es lo que somos. Sus charlas y discursos siempre llevan la coletilla de chavalitas, algo que sabe que no nos gusta pero que sigue haciendo. Ya no se trata de ftbol, sino de educacin y respeto", apunta Vicky Losada.
Machismo
"A ver quin hace de mujer y me pone el caf". Amaia Mediroz, exinternacional de la seleccin, vivi en primera persona gestos despectivos en el trato del seleccionador respecto a sus jugadoras. "He visto a compaeras abandonar la concentracin de la seleccin hartas de que las llamasen gorditas. El trato en muchas ocasiones es humillante y sobrepasa los lmites de lo isible", cuenta Mar Prieto.
Relevo natural
"No es normal que un entrenador dure 27 aos en un cargo si los xitos no le acompaan. Yo slo conozco el caso de Ferguson en el Manchester y l tiene una coleccin de ttulos. Cada persona es como es, pero si a m me vienen 23 jugadoras y dicen que ya no confan en m, la reaccin que tengo es darlas las gracias y desearlas lo mejor en el futuro. Las jugadoras hemos hecho autocrtica y aceptado nuestra responsabilidad; el cuerpo tcnico no", argumenta Sonia Bermdez.
Deseo de cambio
Las jugadoras creen que el Mundial debe servir de punto de inflexin para el ftbol femenino espaol y que el cambio debe comenzar por la figura del seleccionador. "No hay que preguntarse qu cosas se han conseguido, sino las que se han dejado de conseguir", apuntan. Las futbolistas quieren reunirse con la Federacin para exponerle la necesidad de un proyecto serio con objetivos claros liderado por gente capacitada y con ilusin. "Nosotras no tomamos decisiones ni queremos tomarlas, pero creemos que hasta ahora no se nos ha tenido suficientemente en cuenta", sentencian.
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