LeBron James no quiere pensar en otra cosa que no sea el baloncesto y el anillo de campen de la NBA. "Ahora no tengo telefono, ni Twitter ni veo baloncesto en la tele" ha dicho.

No quiere distracciones de ningn tipo. Cual monje tibetano, LeBron se ha aislado del mundo siguiendo los pasos que ya dio en verano de 2011 tras perder el anillo ante los Mavs. Entonces se evadi de todo, del baloncesto y de la vida dejndose una barba de naufrago cual Nowitzki y regres a la vida balonceststica con una increble determinacin y una meta: el ansiado anillo que le atormentaba desde la final perdida ante los Spurs con los Cavaliers.

Tras sacarse la espina del anillo, LeBron sigue con las mismas ganas y hambre de ttulos. Quiere otro y est a un nivel imparable camino del MVP mientras sigue creciendo firme y fuerte cual bamb como dijo Pat Riley.