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El principal diario deportivo ruso "Sport-Express" no incluye este jueves ninguna crnica del partido de Liga de Campeones disputado anoche por el Zilina y el Spartak Mosc (1-2) en protesta por el violento comportamiento de los hinchas rusos.

"La vergenza de toda Europa", titula en su portada el peridico, que critica con dureza a los seguidores del equipo ms laureado de la historia de Rusia, que lanzaron bengalas y petardos al terreno de juego, lo que oblig a suspender el encuentro durante 20 minutos poco despus del pitido inicial. La nica referencia que el periodista enviado a la ciudad eslovaca hace sobre el partido se puede leer al final de la crnica en la posdata.

"Sobre el partido, disculpen, pero no les voy a contar nada. Si quieren, bsquenlo en internet o en la televisin. Si no quieren, tendrn que conformarse con las estadsticas", seala. El cronista aade: "A mi personalmente el ftbol en el marco de lo ocurrido me pareci algo insignificante y profundamente sobrante".

Tanto el "Sport-Express" como el diario digital Gazeta.ru, uno de los ms ledos del pas, piden sanciones para el Spartak y advierten sobre el peligro de que los aficionados rusos acaben siguiendo la senda de los "hooligans" ingleses. Y recuerdan el revs que supone el violento comportamiento de sus hinchas para la imagen de Rusia, pas que organizar los Juegos Olmpicos de Invierno en 2014 y el Mundial de ftbol en 2018.

El director general de la candidatura rusa para acoger la Copa Mundial en 2018, Alexi Sorokin, ha reconocido que los hinchas violentos son uno de los mayores problemas que aquejan al ftbol ruso. Segn los activistas de derechos humanos, las organizaciones de aficionados suelen tener ideologa ultranacionalista o neonazi y simpatizan con los grupos contrarios a la inmigracin.

Todos los fines de semana aficionados de los principales clubes rusos -Spartak, CSKA, Zenit, Lokomotiv o Dinamo- se citan en ciertas zonas de la ciudad y protagonizan batallas campales, en las que raramente interviene la polica. Segn la prensa deportiva, los rusos han dejado de acudir a los estadios en familia por temor a las reacciones violentas de los seguidores