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El Almera acab con la racha del Mlaga lejos de La Rosaleda al firmar un empate con el que ninguno termin satisfecho. Los de Lillo desperdiciaron innumerables oportunidades para llevarse el partido ante un equipo, el malacitano, que se fue muy enfadado con la labor de Clos Gmez. Nunca un empate supo tan mal.

No le sent bien a un Mlaga que se vio agraviado por la actuacin del colegiado. Con uno menos y un penalti en contra, los de Jesualdo Ferreira salieron vivos de los Juegos del Mediterrneo y por poco no lo hacen con los tres puntos. Tampoco fue del agrado del Almera, demasiado errtico en la finalizacin y sin la suerte de su lado.

Con la expulsin de Eliseu como factor determinante del partido, conviene analizar el choque en dos fases, con la polmica jugada de por medio. Un intento de manotazo que no golpe en la cara de Ortiz, como quiso hacer creer el jugador del Almera, dej al Mlaga mermado, aunque el guin tampoco sufriera un giro de 180 grados.

Tanto antes como despus, el Almera domin y los malagueos se acomodaron en su campo a la espera de mostrar su mejor arma: el contragolpe. Argumento inexistente durante un primer acto en el que los de Lillo salieron con la leccin bien aprendida. Aseguraron la posesin y cortaron cualquier intento de salida rpida de su rival.

Quincy castiga el perdn local
Lo haca todo bien el Almera, o casi todo, para acercarse a su primer triunfo en casa. Casi todo porque le falt lo ms importante: concretar sus llegadas. Y es que el palo se encontr en su camino, primero con un accin de Piatti y ms tarde con un disparo de Uche. El Mlaga, con otro disparo a la madera de Rondn, dejaba claro que, aunque aletargados, podan romper el choque en cualquier momento.

As fue hasta la jugada clave del partido. Justo antes del descanso, el Mlaga se quedaba con diez y el papel asumido por cada uno tuvo an mayor relieve. Y ms despus del tanto de Quincy. Tras el susto inicial de Corona, otra vez neutralizado por el palo, el ghans aprovech un grave despiste de la zaga local para abrir el marcador.

El asedio del Almera no se hizo esperar y comenzaron a sucederse las ocasiones. Pero ni desde los once metros consegua marcar el equipo de Lillo. Uche fall un riguroso penalti sobre Piatti y la desesperacin empez a instaurarse en los Juegos del Mediterrneo.

Lillo agot todos sus recursos con la entrada de Ulloa y Goitom y el Almera encontr su recompensa en una genial jugada colectiva. Uche, enrabietado por su inesperado error, combin con Bernardello y fusil a Rubn. Por fin llegaba el empate pero an haba tiempo para ms.

Dos jugadas que el Mlaga sac bajo palos y un mano a mano de Sebastin Fernndez cerraron un final de infarto. Fueron los ltimos detalles de un derbi que no dej contento a nadie. Y lo cierto es que ambos tienen razones suficientes para no estarlo.

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