MARCA.com z5r68

La Real Sociedad mostr sus credenciales en el comienzo de temporada con una trabajada victoria sobre el Villarreal. El gol de Xabi Prieto premi a un conjunto vasco con mucha ms mordiente que su rival y justific la masiva presencia de la cantera. El Villarreal repiti las malas sensaciones de tiempos pasados y rompi su idilio con Anoeta.

Las tres ltimas visitas amarillas se saldaron con victoria, pero esta vez el guin cambi. Y lo hizo porque los de Lasarte s saban a qu jugaban, a diferencia de su rival. Le cedieron la posesin, se armaron bien atrs y atacaron con decisin, rapidez y mucho criterio, justo lo contrario que el Villarreal.

Pero lo mejor para los txuri urdin, ms all del resultado, fue la sensacin ofrecida por el futuro, esa nutrida presencia de canteranos que no solo cumplieron, sino que destacaron. Lo hizo Carlos Martnez, incansable en la incorporacin al ataque, y lo corrobor Zurutuza con inteligencia y calidad, mucha calidad.

Muchos argumentos dej el conjunto vasco sobre el tapete de Anoeta para pensar en ellos como algo ms que un equipo recin ascendido, pero la Liga es larga y esto no ha hecho ms que empezar. Eso pensarn en el Villarreal, que fue todo aquello que le conden a momentos de sufrimiento la pasada temporada.

Atasco amarillo
Empezaron los de Garrido dominando, con posesiones largas, lentas y previsibles. Salvo algn pase incisivo de Borja Valero, nadie supo darle una marcha ms al ataque amarillo. Bruno y Senna son un calco el uno del otro y Cani es demasiado intermitente. El mayor peligro lo puso Capdevila, y eso no es precisamente una buena noticia.

Precisamente el lateral provoc la primera jugada polmica del partido cuando cay dentro del rea tras robarle la cartera a Xabi Prieto. Hubo o y pudo ser penalti, pero los adornos que el bueno de Joan le puso al asunto desestimaron la pena mxima.

Eso y un cabezazo de Carlos Martnez a la salida de un crner fueron las jugadas ms llamativas del primer tiempo. Dicho as, suena a bodrio de verano, pero ni por asomo. Las ganas de los de Lasarte y los destellos de los pesos pesados del Villarreal garantizaban entretenimiento y emocin.

Algo que aument cuando a Llorente le dio por inventarse un taconazo, al poco de comenzar el segundo acto, que dej solo a Xabi Prieto ante Diego Lpez. El gol anim el encuentro y despert a los banquillos. Nilmar y Montero fueron las respuestas de Garrido al golpe de efecto vasco. El brasileo aparent y el ecuatoriano fue un despropsito.

Todo lo contrario que Griezmann, refresco local, que fue un autntico quebradero de cabeza para la zaga amarilla. El resto de recambios (Viguera, Tamudo o Marco Ruben) cumplieron un papel testimonial.

Pero a pesar de la inoperancia visitante y las buenas sensaciones realistas, el Villarrela termin agobiando a su rival y pudo empatar en un par de ocasiones. La falta de mordiente, sa que le acompa durante todo el partido, volvi a ser protagonista. Tanto como lo fueron los jovenes canteranos de la Real y la imagen ofrecida por un equipo que vuelve para intentar quedarse, por lo menos, otros 40 aos.

[email protected]
Sgueme en twitter