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A 48 horas de que Mejuto d comienzo al partido del milenio, todas las miradas estn puestas en un jugador: Leo Messi. La exhibicin ante el Arsenal le ha convertido en el centro de la galaxia futbolstica y, sobre todo, en la preocupacin fundamental, aunque no nica, del Real Madrid. Pellegrini y sus jugadores deben estar pensando cmo se puede parar a un jugador tan desequilibrante y en tan prodigioso estado de forma. La tarea no es sencilla, ni mucho menos, pero en el Madrid tienen armas adecuadas y conocen la frmula para lograrlo.

Para ello, el tcnico chileno hara bien en repasar de la videoteca el partido que el Real Madrid jug en el Camp Nou la pasada temporada. En aquella ocasin Juande Ramos dispuso una tela de araa sobre el crack argentino que no le permiti moverse. Es cierto que el delantero concluy el encuentro con un gol en su haber, pero no lo es menos que quiz sea el mejor ejemplo de cmo limitar sus intervenciones en el juego. Aquel da el conjunto blanco tena una consigna clara que era no dejar recibir el baln al argentino. Y los jugadores madridistas cumplieron con su misin. Entraron como motos al terreno de juego, desquiciaron a Messi y, de paso, cortocircuitaron el caudal ofensivo de los azulgranas.

Pellegrini debera grabarse ese choque a fuego y concienciar a los suyos de que la nica manera de frenar a este futbolista es jugar con fuerza e intensidad, pero siempre dentro de los lmites de la deportividad. No se trata de recurrir al juego violento, tan intil como punible, pero s de saltar al csped con la consigna de ahogar a Messi. Presionarle hasta la extenuacin y no dejarle recibir ni un slo baln. Sacarle de sus casillas. Slo de esta forma y con la suerte de su lado, el Madrid conseguir lo que hoy parece imposible.