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En el Weserstadion de Bremen no se disput un partido corriente de ftbol, lo que se celebr fue un concierto de msica ofensiva, de acordes descarados. El concierto fue de msica 'heavy' y las guitarras alemanas acabaron hechas aicos en el terreno de juego. El Werder qued eliminado despus de marcar cuatro goles y morir de pie peleando contra un Valencia que contaba con David Villa, bateria infalible. Nadie hizo ms ruido que l en Bremen. Marc tres y alz los brazos por encima del resto.

El combate de Bremen tardar en olvidarse. Los defensas se sintieron maltratados por los dos equipos. A nadie le import. El Werder y el Valencia se pusieron los guantes. Nada fue como antes. El cuero sigue lastimado de tantos golpes recibidos. Soltaban el gancho los alemanes y el Valencia reaccionaba con otro ataque. Nadie pens en cubrirse, fue memorable. Los dos equipos dispararon desde todos los rincones jugando sin escudo. Era apretar el gatillo y que el ftbol pusiese a cada uno en su sitio.

En esa batalla surgi la figura de David Villa, delantero que acertara con una venda en los ojos. Adelant a su equipo a los 2 minutos de partido. El asturiano recibi la primera de las asistencias orquestadas por Silva y bati a Wiese con la izquierda. Se adelant el Valencia y al Werder Bremen no le import lo ms mnimo. El equipo de Schaaf nunca renunciar a su filosofa. Sabe que los partidos los ganan los que marcan ms goles, el resto no es cosa suya. Los alemanes se convirtieron en un huracn en campo contrario. Eran como los indios 'sioux'.

Cuando creer parece imposible y no lo es
Los de Emery resistieron agarrados a Csar, el individuo que se rebel contra el destino. El Werder no respondi al tanto de Villa y recibi otra bofetada al cuarto de hora de encuentro. Silva volvi a frotar su lmpara mgica y el genio le concedi un deseo a Mata, que se vio delante de Wiese. El baln acab besando las redes y Mata lo celebr con una sidra de su tierra. Algo que tambin descubrieron en Bremen.

El Werder necesitaba tres goles, tres. Otro equipo se hubiese resignado a su sino. El Werder, no. Schaaf, ni corto ni perezoso, quit a Borowski y meti a Almeida antes de la media hora. Fue precisamente el portugus el autor del 1-2. Las ocasiones fueron infinitas, especialmente para los locales, que siguieron creyendo en s mismos a pesar de los pesares.

El equipo de Schaaf se top con Csar, que reaccion con nota a los mltiples retos que le plante el Werder. El fsico de Pizarro y Almeida congeni con Hunt, Marin y Ozil, futbolistas diferentes que disfrutan en el caos. El Valencia aguant el tipo y respondi al borde del descanso. Otra vez fue Villa, que fusil a Wiese dentro del rea despus de la tercera asistencia de Silva. El canario rompi en lnea de fondo y el tiempo se par en su izquierda. La primera parte de Silva demostr el artista que lleva dentro.

El tiempo no pasa para Csar
Las dos caras del Valencia se evidenciaron en Bremen. Lo mismo le pas al Werder. Slo se jug al ataque y los toques de corneta en el Weserstadion se escucharon en toda Europa. Los alemanes no se cansaron. Confiaron en sus armas de ataque y rozaron la victoria. En cinco minutos, haban empatado el partido. Fue en la segunda mitad.

Frings acort distancias desde el punto de penalti y Marin firm el 3-3. Poco tard Villa en responder con hechos. El '7' lo hizo con un latigazo inapelable, finalizando una contra perfecta. No fue una alucinacin para el Werder.

Antes del 3-4, se march lesionado Marchena, como lo hizo Bruno al descanso. Pizarr empat en el 83' y todo le pareci posible al Werder, que se qued a un gol de una hazaa que evit el Valencia, que evit Villa y que evit Csar. Si no han visto el partido todava, hganlo. La recomendacin se convierte en obligacin.

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