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No existe ninguna figura en el mundo del ftbol que encarne mejor el drama del Doctor Jekyll y Mister Hyde que Joan Laporta. Desde su llegada a la poltrona, el an presidente azulgrana ha alternado una brillantsima gestin deportiva, que ha permitido al club vivir los mejores aos de su historia, con una conducta personal que ha llevado al Bara a situaciones de extremo bochorno. La recta final de su mandato est dejando claro que en esa dualidad que es la mente de Laporta domina Mister Hyde. Las revelaciones que hace hoy Paco Gas, su antiguo guardaespaldas, no dejan lugar a dudas. Laporta podra pasar a la historia como el mejor presidente del Bara -sus mritos deportivos no tienen parangn-, pero lleva camino de acabar como uno de los ms oscuros.

Parece casi imposible tirar por la borda tres Ligas, dos Champions y un triplete histrico, pero Laporta puede conseguirlo. Con su estilo chulesco y su obstinacin por usar el club como trampoln hacia la poltica, faltando al respeto a los millones de culs de fuera de Catalua, ya logr que muchos se desmarcaran de su gestin. Pero el relato de Gas no habla slo de un nacionalista radical ambicioso y pendenciero. Narra episodios capaces de sonrojar al cul ms incondicional. Adems, invita a sospechar que algunos de los xitos deportivos del Bara han llegado a pesar de su presidente. Dnde estara hoy el club si hubiera logrado, como parece que era su intencin, cargarse a Rijkaard a las primeras de cambio?

Pero lo ms vergonzoso es la utilizacin que ha hecho de la institucin en su beneficio. Lo de los micrfonos fue grave, pero la explicacin es propia de El Padrino. Igual que la llamada pidiendo la cabeza del director de Mundo Deportivo. Ni ser el presidente que ha llevado al Bara a bordar el ftbol puede justificar un comportamiento as. El equipazo que jug ayer en Abu Dhabi no merece esto.