MARCA.com z5r68

A todos los opinadores nos gusta sacar conclusiones vertiginosas –demasiado a veces- de las novedades futbolsticas. Si encima hablamos de Cristiano Ronaldo, la ‘madre’ de todos los fichajes, an ms. Le ponemos la lupa hasta en las pachangas, donde queremos ver un detalle, un pase, un gol o algo que justifique nuestras propias expectativas. Y lo contrario, o rinde o comienza en ventilador.

Hace algunas temporadas, cuando lleg al Real Madrid Zidane, recuerdo algo que ahora, con el paso de los aos, me da hasta vergenza reconocer. Se plante el debate de si este jugador tena o no sitio en el equipo blanco. Todo surgi por un inicio lgico de falta de adaptacin, pero la realidad es que no slo tena sitio -Del Bosque se invent una posicin absolutamente antolgica- sino que, adems, se convirti en el eje de aquel campen de Europa.

Estos inicios de CR9 me recuerdan aquello. Nadie se plantea su titularidad -sera una aberracin-, pero la realidad es que leo, escucho y palpo un ambiente de frustracin desmadrado. Es verdad que an le falta forma fsica, acoplamiento y eficacia goleadora, pero dudar de que este jugador, que es uno de los tres mejores del mundo, que es una mquina fsica incomparable, que se va a hartar a meter goles y que va ser un absoluto lder, es no tener ni idea de este juego.

Mola el asunto de la crtica, de los 94 millones de euros que ha costado ms lo que gana al ao, de hacer cuentas de a lo que le sale cada gol a Forentino Prez…, pero esto del ftbol es otra cosa. Es subjetivo y absolutamente razonable dudar de si hay que pagar o no esas cantidades por un futbolista -a m, personalmente, me parece demagogia pura- pero me cuesta respetar crticas absolutas a un futbolista de este calibre.

No hay debate de ningn tipo. Es un grande, jugar, golear, ser -como en su da Zidane- una pieza clave de este Real Madrid y la aficin, la crtica y hasta sus enemigos deportivos se desharn en elogios hacia este hombre. No hay duda de ningn tipo.

Y dicho todo esto, la realidad, es que an no ha llegado… pero se le espera y cuando irrumpa, ser una explosin futbolstica de tal calibre, que no habr papel para cantar y contar sus glorias. Paciencia y a morderse la lengua, Cristiano har que se traguen los adjetivos tan altisonantes y rotundos que escucho ltimamente.